que necesita un emprendedor

Emprender es comprender nuevos hábitos en ti

Emprender es comprender. Soy muy amigo del significado de las palabras, de su etimología. Y aunque emprender y comprender, aparentemente, no son de la misma familia, ni siquiera primas lejanas, puede que si haya un vinculo entre ellas.

Emprender es comprender que la vida requiere de unas necesidades cubiertas, más básicas para unos, menos para otros. Y que esas necesidades nos las hemos de cubrir nosotros mismos. Pero para emprender se requiere un cambio de hábitos…

Emprender es comprender que aquello de cumplir los designios (y los sueños, lujos o lo que quiera que sea) de nuestro jefe ya paso a la historia. Que nadie mejor que nosotros mismos sabemos a que hora debemos empezar a trabajar.

O a hacer la parada del almuerzo. Analizar si somos más productivos o eficientes trabajando jornada intensiva o jornada partida. Y que quizá, aunque trabajemos media jornada, somos más productivos que a jornada completa.

Qué significa emprender

Todas esas circunstancias nadie las conoce mejor que tu. Pero vamos, que a una inmensa mayoría le gusta tener jefe. Entiendo que debe ser la comodidad de no tener que esforzarnos en emprender y cultivar nuestro propio trabajo porque estamos desalentados sobre nuestras capacidades.

Lo equiparo, y lo digo porque gestiono un huerto, a ir a comprar al supermercado de turno tus frutas y verduras.

O eso, o si tienes la posibilidad, cultivarte tu tus propios alimentos. Pues al final la gente tiende a ir al supermercado porque es mucho más cómodo. Y eso es innegable.

Pero también es cierto que la calidad de la verdura es mejor en tu huerto. Y seguramente esté menos adulterada e intoxicada. Por no hablar del sabor. Pues eso mismo sucede con trabajar para otro o trabajar para ti. El sabor de la segunda opción es mas gratificante y sabroso.

¿Pero puede emprender todo el mundo?

Pues potencialmente si. Lo único que supone un esfuerzo adicional a nuestra vida cotidiana. Cuando somos contratados por alguna empresa debemos adquirir unas nuevas normas y pautas de vida: un horario, unos hábitos. Por ejemplo, tenemos una hora de entrada y una de salida.

Debemos adaptar nuestras comidas, incluso nuestra vida social a esas imposiciones dadas por quien nos paga. Las acatamos y punto. Dicho de otra manera: vendemos nuestro tiempo y nuestras inquietudes a cambio de dinero. Una nomina que nos sirve para seguir viviendo y haciendo aquello que nos gusta. Es lógico y es así.

Y es una opción cómoda. Alguien me dice que hacer, cómo y cuando hacerlo. Lo acato y cobro al final de mes. Es sencillo. Pero, ¿es realmente lo que quiero?

En un extracto de un interesante articulo , José María Gasalla, un profesor de Deusto Business School, indica que «lo que se puede medir, aquello que es posible gestionar, la lucha o la competitividad suenan a trabajo.

Y necesitamos una vida más allá de esto, en la que se plantee realmente el largo plazo. Se hace necesario el escape de la vida fuera del trabajo, salir de la caja, porque en nuestro ámbito profesional representamos papeles, nos ponemos caretas y no somos nosotros mismos.

En el trabajo gastamos mucha energía actuando como se espera que tenemos que actuar«. Es decir, el ámbito profesional nos modifica como seres o requerimos un proceso de adaptación a ese entorno laboral, que pocas veces deja espacio para desarrollarnos con coherencia, esto es, tal como somos.

Emprender es re-inventarse

Por ejemplo, durante un breve periodo de mi vida, unos meses, trabaje como responsable de comunicación en una consultora que me exigía que debía ir vestido de traje, afeitado y sin piercing. Me exigía renunciar a mi capacidad de decisión sobre como me siento más cómodo físicamente.

De tal manera que ya no podía ser yo al 100%. Y eso, sin duda, pasa factura. Sobre todo emocionalmente. Así que en cuanto tuve una nueva oferta laboral decidí dejar ese trabajo.

«Dejemos de procrastinar. El procrastinador que desprocrastinice buen emprendedor será…»

Viene esto a cuento de cómo influye el entorno laboral y como, aunque creamos que ser contratado por una empresa es la opción más deseable, también requiere un proceso de “auto mutilación” de nuestros valores más intrínsecos.

Y por eso, emprender es comprender que, cueste lo que cueste nuestro éxito profesional requiere unos cambios más o menos profundos en nuestras rutinas.

Pero ahora la cuestión es… ¿prefiero que esos requisitos me los imponga alguien ajeno a mi?…

¿O ser yo quien decide qué cambio de hábitos adoptaré como emprendedor?

Yo tengo clara mi respuesta. Pero si la tuya es delegar tan gran responsabilidad en un jefe que no seas tu mismo, te aconsejo que dejes de leer por que estas reflexiones no son para ti.

Entiendo que si sigues leyendo es porque quieres descubrir o profundizar en tus capacidades para desarrollarte profesionalmente, por tu cuenta. Y sin depender de nadie más que no seas tu.

Pero te advierto que, aunque seas tu mismo quien marca tus designios, esto requiere también un esfuerzo. Eso si, el sabor del tomate que cultivas tu mismo, es mucho más agradable que el que te venden otros en el supermercado.

Para empezar requiere disciplina y constancia…

Eso como puntos fuertes. Sin una férrea disciplina y perseverancia, cualquier proyecto se va al garete. Debemos por tanto ser constantes y pacientes porque los resultados no acechan en la esquina de mañana sino que debes recorrer muchos kilómetros para alcanzar tus metas.

Pero como cualquier recompensa que se precie, cuanto más pasos des, mayor será el fruto de tus esfuerzos. Por ejemplo, nadie va a venir a despertarnos y decirnos que es hora de trabajar. Es solo decisión tuya a que hora empiezas tus tareas, cuando paras o que objetivos semanales te marcas.

“Levantarse a las 5 de la mañana es un hábito difícil de arraigar, sobre todo porque primero tienes que cambiar el hábito de acostarte tarde. No voy a decir que me levanto a las 5 sin ningún problema, hay días en los que tengo que elegir entre dormir una hora más o tomar un café más.

Quizás lo más difícil de todo es crear una rutina del sueño que arranque temprano. El objetivo con el que estoy trabajando ahora es el de comenzar a pensar en la cama a las 21.00 h de la noche. No me acuesto a esa hora, si no que a esa hora comienzo a relajarme. Tomo una infusión que me ayude a dormir y como algo super ligero.

Como muy tarde a las 22.00 h empiezo a olvidarme de televisión y móvil, intento (no siempre lo consigo) hacer unos minutos de meditación y me pongo a leer. La lectura tiene que ayudar a relajarme por eso sólo leo novelas sencillitas, de aventuras, con las que no tenga que poner demasiado coco y que consigan que a las 11 de la noche esté muerta de sueño.

Esta rutina me funciona porque sé que con siete horas de buen sueño es suficiente para mí.

Llevo más de seis meses trabajando el hábito y estoy contenta porque siendo freelance he conseguido que mi jornada de trabajo acabe a las 3 de la tarde. En mi caso, levantarme a las 5 de la mañana me ha hecho recuperar las tardes.

Puede parecer poca cosa, pero desde que empecé a trabajar por mi cuenta (hace ya más de 5 años) no sabía lo que era tener las tardes libres para mí, mi familia y amigos o sólo para descansar y no hacer nada.

Laura Fernández, directora de www.enzimatica.es

Debemos estar focalizados en una consecución de metas…

Esto es, tener claros nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. Y saber que pasos son los más adecuados en cada momento. Es decir, necesitamos de una estrategia bien definida que nos lleve a la consecución de nuestras metas.

Focalizar nos permitirá definir que pautas adoptar en cada momento y como desarrollarlas para llegar a buen puerto.

Por ejemplo, si quieres vender productos online deberás decidir que producto te resulta rentable. Necesitarás conocer el producto y segmentar una audiencia. Tendrás que implementar herramientas de marketing, darte a conocer y crear una audiencia.

Y finalmente desarrollar una estrategia para conseguir dichas ventas. Y eso debes aprenderlo y llevarlo cabo por ti solito. Nadie dijo que fuese fácil. Pero es más sabroso y apetecible. Como los tomates de mi huerto.

Mis cambios respecto a los hábitos en estos últimos siete años han sido fortalecer la disciplina, incrementando la constancia y el esfuerzo para conseguir dar soluciones a las necesidades y a los problemas de los clientes que confían en lo que hacemos.

Hay muchos días que son grises, ya no sólo porque arrastras cuestiones del trabajo, también porque no dejas de ser un humano con sentimientos y handicaps de tu vida personal.

Para todo ello debes buscar perspectiva, relativizar todos los inconvenientes que puedas y disponerles una solución. Dicen que un error bien planteado es un problema medio resuelto. El aspecto de motivación es algo que hay que reforzar cuando eres emprendedor porque podrás seguir caminando sin perjudicarte.

Héctor R. Abril. Consultor en desarrollo para Internet en www.xenonfactory.es

Cambio de hábitos para un nuevo paradigma de vida

Debemos adoptar nuevos hábitos. Y no solo en las horas de la jornada laboral que nos hemos auto-impuesto. Ser emprendedor es comprender que cada momento del día, sea ocio o laboral/productivo debe estar en armonía y coherencia con la labor que estamos desarrollando.

Aquí se me ocurren un montón de ejemplos. Pero pondré cuatro de ellos y los acompañaré de las reflexiones de algunos emprendedores muy aventajados que llevan ya un tiempo dando guerra en este difícil pero apasionante mundo del emprendimiento, concretamente del emprendimiento digital…

A) Te levantas, desayunas y te pones delante del ordenador a trabajar. Vale, ¿pero cómo vas vestido? Quiero decir, ¿te has quitado el pijama? Pues no es ninguna tontería. Y lo digo por experiencia. Cuando deje el trabajo que me obligaba a ir de traje pase a trabajar en un periódico. A partir del año me permitieron trabajar desde casa.

Cuando me levantaba me ponía a trabajar con el pijama de franela. Hacía frío. Un día, como un chispazo, me di cuenta que debía vestirme. Que mentalmente seguir con el pijama me producía cierto letargo, como si la mitad de mi aún estuviese en “modo-cama”. Y eso me frenaba. Un chándal simplemente cambiaba mi rutina mental… e iniciaba así un cambio de hábitos.


«El cambio de hábito que más ha marcado mi proyecto ha sido empezar a leer libros de crecimiento personal. He pasado en dos años de no leer nada a leer un libro cada 15 días además de varios blogs de calidad.

Me he dado cuenta todo lo que nos queda por aprender, y para ello qué mejor que buscar cómo lo hacen los expertos (inteligencia emocional, gestión del tiempo, cómo vender, cómo desarrollar con éxito tu negocio, etc). Pero siempre, intentando ponerlo en práctica poquito a poco».

Jesús Luque de www.libresviajeros.com

Distracciones y espacio de trabajo… hábitos vitales

B) ¿Cuál es tu espacio de trabajo? Tu jornada se desarrolla en un espacio familiar para ti, pero de ahí a trabajar en un espacio que te recuerda a ocio, a lecturas o a ver series dista un abismo. Y ese abismo es el que debemos saltar.

Diseña un espacio profesional y ex-profeso para que sientas que esa burbuja en la que te encierras por unas horas es el lugar donde vas a definir tu futuro laboral. Es tu santuario productivo y, como tal, merece u respeto

“En mi caso hay dos aspectos fundamentales en los que tuve que hacer grandes cambios: el concepto de horario laboral y fines de semana. Tenía muy claro que no quería estar atado a un horario fijo de 9 a 17 h.,

Y eso significaba asumir que los tradicionales conceptos de jornada laboral y fines de semana dejaban de existir.

El emprendedor es emprendedor las 24 horas del día, los 365 días del año. Sin excepciones”.

Néstor Marquínez. Especialista en Email Marketing. www.nestormarquinez.com

C) Existen otros hábitos relacionados con las distracciones. Malditas distracciones. Me refiero a que como ya no hay hora de almuerzo y la nevera está a siete pasos pues me levanto y chocolatina por aquí, papas fritas por allá y mira como has dejado el teclado.

Que seas tu jefe implica que ejerzas como tal y seas disciplinado contigo mismo. Define unas rutinas, unos hábitos y para a comer cuando te apetezca. Pero una sola vez y si es sano mejor. Con la tripa muy pesada la sangre va en cantidad a tu estomago y llega menos a tu cerebro, que es donde tienes esa bombillita que se ilumina de vez en cuando.

Nuestro blog Scrapsiquiero lo llevamos entre mi esposo Moisés y yo, por eso os hablaremos de un hábito que hemos introducido cada uno de nosotros.

El mío viene porque desde hace unos meses me diagnosticaron cáncer y, a raíz de aquella noticia realicé un cambio radical en la alimentación.

Mi salud ha mejorado considerablemente desde que introduje el cambio: más energía, mayor claridad mental y la satisfacción de saber que estoy cuidando lo más valioso que tengo, mi cuerpo.

Por su parte, Moi, para vencer la procrastinación he creado el hábito de tomarse una tarde libre a la semana, donde se “premia” haciendo algo con lo que disfruta mucho.

Cuando siente la tentación de posponer una tarea en la que esta trabajando piensa en cómo se va a “premiar” si la acaba y eso le da la fuerza mental para acabar lo que ha empezado”.

Esther Molina, de scrapsiquiero.com/

D) El trabajo de quien emprende un negocio o forma de vida que requiere de tecnología, y especialmente de un ordenador e internet es que tiene un montón de distracciones al alcance de su ratón.

Me refiero a redes sociales, a videos virales o las mil maneras de perder el tiempo que todos tenemos frente a una pantalla. Me hace mucha gracia, por cierto, la palabra que descubrí hace ya tiempo en el mundillo de los emprendedores online: procrastinar. Vaya palabro. La verdad es que me gusta.

Y si, todos hemos procrastinado alguna vez. Se nos va el santo al cielo y pasa lo que pasa. Divagamos y no avanzamos. Pues eso. Por eso necesitamos un cambio de hábitos…

Y bueno. Creo que por mi parte ya os he dado algunas reflexiones que considero importantes para que os empoderéis de vuestra vida laboral. Luego todo esto es muy personal y cada uno fluye por donde o como más le gusta. Al fin y al cabo, nuestra forma de libertad es lo más libre que podemos elegir…

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Jesús Luque

    ¡Me ha encantado José!

    Ya no hay excusas, quien quiera comenzar a emprender, tiene dónde elegir 🙂

    Un fuerte abrazo y ánimo con el blog.

    1. Jose Vicente Esteve Lopez

      Gracias a ti Jesús por formar parte de esta información. Pues si, para gente como nosotros emprender es un estilo de vida. Y si lo piensas, es un estilo de vida que implica una revolución personal. Pero también global. Es demostrar y demostrarnos que podemos enseñar y llevar a cabo otra forma de vida, menos sometida a los valores que nos inculcan desde bien pequeñitos. Y que es posible. Un abrazo!!

  2. Pili

    Para tener un buen emprendimiento es muy importante enfocarse en una meta y ir por ello. Todo es cuestión de actitud, me proyectarte en grandes planes y con todo el positivismo ir por ello. Trabajo en una Hill Agency , y una de las cosas que siempre tenemos en cuenta, y que nuestros guías siempre nos recalcan es todo este tema de pensar en positivo, en la frase que dice «A mal tiempo buena cara». Toda persona emprendedora que le va bien es por pensar así, por tener actitud triunfadora.

    1. Jose Vicente Esteve Lopez

      Gracias Pili por tu aportación!!
      La positividad es la esencia del éxito… Tenemos que grabarnos esto en nuestras cabecitas distorsionadas!!!
      Un abrazo.
      Jose

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