La vida es, aparentemente, muy compleja. Y no nos arriesgamos a hacerla más sencilla. Nos da miedo. Sin embargo, es natural y humano. Quizá sea porque no nos planteamos una vida más sencilla. Quizá es porque no conocemos el método Kaizen para nuestra salud emocional.
Pues bien, hoy te lo presentamos. Queremos que se quede a tu lado…
Hay momentos en nuestra vida que nos plantamos. Que nos decimos; “hasta aquí hemos llegado”. Son momentos de lucidez plena. Y atisbamos una luz de revolución en nuestra vida. Sin embargo, tras esa llamada a la consciencia, decidimos resignarnos y continuar con una vida prestada.
Prestada a los demás: a nuestro trabajo, a nuestro jefe, a nuestra hipoteca o banco. Nos damos cuenta que despojarse de todas las expectativas que los demás han volcado en nosotros es sumamente difícil.
¿A quién no le ha sucedido? Por fin vamos a empezar eso que teníamos en mente tanto tiempo. Vamos a hacer más deporte. Nos acercamos al gimnasio del barrio y nos apuntamos por un mes. Luego compramos ropa deportiva.
Al llegar a casa, nos cambiamos y bajamos al gimnasio. Media hora para empezar. Esta vez lo vas a conseguir.
Pero un buen día tienes mucho trabajo o una reunión social y no vas al gimnasio. Pero mañana sucede algo parecido. Y la semana siguiente no renuevas tu suscripción porque andas justo de dinero.
Y tan rápido como introdujiste un saludable hábito en tu vida, así se marcha. Todas tus expectativas se ven defraudadas. Y eso, al mismo tiempo, genera resistencia al cambio.
Dicho de otro modo, acostumbras a tu mente a buscar excusas para no empezar absolutamente nada.
Tus días siguen siendo igual que los últimos diez años. Y tu vida y objetivos permanecen invariables. Y eso, nos hace sentir mal. Decepcionados y frustrados.
¿Qué es y que beneficios aporta el método Kaizen para tu salud emocional?
Para que empieces a familiarizarte con el método Kaizen te diremos dos frases en las que se asienta este estilo de vida: “Un camino de mil millas empieza con un solo paso«. Y “Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy”.
El Kaizen es un estilo de vida, una filosofía, si queremos de origen japonés, y cuya traducción literal significa “mejora continua”.
Su auge en los últimos tiempos está fuera de duda. Muchas personas en el mundo empiezan a aplicar sus valores. Pero también muchos colectivos y empresas que han descubierto los beneficios del Kaizen, y la productividad y claridad mental que proporciona a quien lo practica.
La suma de pequeños logros diarios supone una transformación hacia el logro de metas impensables en nuestra vida.
Como decimos, el método Kaizen puede aplicarse como un método de vida que nos hace ser más constantes, productivos y enfocados a nuestros objetivos, y que tiene una gran implantación en empresas.
Básicamente, el método Kaizen se basa en la constancia y perseverancia hacia nuestros objetivos, mediante sencillas pautas de actuación. Es un sistema que nos propone caminar, con pequeños pasos, hacia nuestras metas.
Y ahí está la clave: en los pequeños pasos. Si mejoras un poco cada día, pongamos un 1%, en 100 días habrás mejorado un 100% respecto al objetivo marcado. De tal manera que, si mejoramos cada día un poco, lograremos grandes cambios y transformaciones en nuestra vida. Interesante, ¿no?..
Orígenes del kaizen
El método Kaizen se basa en valores de la sabiduría y filosofía oriental. Todos ellos se despertaron durante la década de 1950, en Japón, un país que, por aquel entonces, vivía las consecuencias de la 2ª Guerra Mundial. Fuerzas militares estadounidenses asentadas en la sociedad nipona controlaban diversos ámbitos.
Y profesionales norteamericanos emigraron al país para introducir servicios de consultoría en su industria. El objetivo era desarrollar sistemas de trabajo más eficientes.
Uno de los sistemas empleados, para tal fin, fue el Training Within Industry, un programa de formación en las jerarquías empresariales para aumentar la productividad en las empresas, fábricas e industrias. Pero este sistema se fundió con los valores y filosofía de productividad japonesa.
Es decir, el método kaizen nace de la unión entre los valores ancestrales de la filosofía oriental y el sistema de producción racional occidental, implantado por EEUU en Japón. Como resultado, se desarrolló una estrategia de mejora de la calidad, o método Kaizen.
El resultado lo podemos comprobar hoy en día. Japón es una economía de las más desarrolladas y eficientes del mundo.
Pero, ¿Cómo podemos aprovechar este sistema a nivel personal?
¿Qué es el método Kaizen?
El Kaizen es un estilo de vida, para algunos una filosofía. Se inspira en dos conceptos básicos: lo progresivo y lo continuo. De tal manera que para aplicarlo en nuestra vida tenemos que asumir que nuestros objetivos, por más grandes que sean, pueden segmentarse en pequeñas tareas.
En pequeños pasos, más fácilmente asumibles. Pequeños pasos más motivadores e inspiradores para la consecución de nuestro objetivo final. Ello ayuda a simplificar y a motivar la acción en nuestras vidas.
Pero no debemos quedarnos solo con esta idea de pequeños pasos. Tenemos también que dotar a este estilo de vida de continuidad, de perseverancia y constancia. Cada día requiere dar pasos, aunque sean pocos o pequeños.
El método Kaizen se apoya en la constancia como garantía del éxito.
Ventajas del Kaizen para la salud emocional
Quienes introducen el método Kaizen en sus vidas, ya sean colectivos o personas pueden beneficiarse de un sistema de acción orientado al éxito. Permite que la gente asumamos profundos cambios en nuestra vida desde la sencillez de pequeñas acciones.
Uno de los motivos que nos hacen abandonar grandes retos es la pereza. O dicho de otra manera: el miedo al esfuerzo que supone salir de nuestra zona de confort. Abandonar aquellos hábitos u rutinas en las que nos sentimos cómodos. O que, al menos reconocemos.
Sin embargo el método Kaizen proporciona una versión mucho más sencilla del cambio.
Para que las personas logren alcanzar sus metas no debemos someterlas a la presión de grandes transformaciones personales, sin traumas, ni cambios radicales.
El Kaizen te permite introducir cambios tan sutiles que no suponen gran esfuerzo.
Una vez asumido el beneficio del método Kaizen para nuestra salud emocional, para permitirnos alcanzar grandes logros con pequeños cambio, podemos disfrutar de sus ventajas.
- Simplifica el proceso traumático del cambio. El método Kaizen elimina el temor, el bloqueo inicial que nos impide abordar transformaciones en nuestra vida. Ante nuevos retos, todos tenemos resistencia al cambio. Esto se basa en nuestro temor a salir de nuestra zona de confort.
La razón es sencilla. Mirar al horizonte de grandes transformaciones personales da vértigo. Aparentemente supone un gran esfuerzo. Y una cantidad de tareas. De tal manera que no sabemos si queremos iniciar ese camino.
- Pero el método Kaizen simplifica toda esta reflexión angustiosa. Nos propone afrontar ese objetivo como consecución de la suma de pequeñas acciones, ligeros pasos caminados de forma constante. nos indica que para lograr una meta, debemos dar pequeños pasos de forma constante.
La razón es sencilla. Si sabes que tienes que subir a una cima, puedes verla muy lejana. Puedes plantearte no subirla. Es un esfuerzo. Pero si das el primer paso, no supondrá esfuerzo. Y ya estarás un paso más cerca de tu meta.
El método Kaizen implica motivación , pues el bloque inicial que supone un gran cambio se reduce por la sencillez de ese primer paso.
- Implica simplificación desde la segmentación. Tendemos a posponer tareas porque no estamos seguros de alcanzar nuestra meta. De tal manera que, la procrastinación es un sistema de auto sabotaje por falta de confianza en uno mismo.
Nos impide ser productivas. La razón, como hemos dicho, es el temor a afrontar todas las tareas que tenemos por delante. Bien porque exigen mucho esfuerzo o tiempo. De tal manera que, la propuesta del método Kaizen, se basa en la fragmentación de esa gran tarea en pequeñas mini tareas, mucho más asumibles y sencillas.
- Los resultados visibles requieren constancia. Podemos lograr resultados permanentes, pero esas pequeñas tareas si exigen constancia. Cambiar nuestras creencias sobre las costumbres y rutinas que tenemos interiorizados durante tantos años no es sencillo.
Pero, mediante estos pequeños y sencillos cambios, es mucho más fácil edificar esa gran transformación que nuestra vida necesita. Esos pequeños cambios empiezan a consolidarse en nosotros, si los aplicamos de forma constantes. Esto es, día a día. Esos pequeños cambios ejercen un efecto domino.
Cada pequeño cambio que interiorizamos y hacemos propio, nos impulsa a nuevos cambios que generan una gran transformación en nosotros mismos.
Cómo vivir con el método Kaizen
Lo primero es determinar que gran transformación o meta quieres alcanzar mediante el método Kaizen. Una vez identificado nuestro objetivo, debemos reflexionar sobre que cambio de hábitos necesitamos introducir para ello.
Y cuando ya sabemos que nuevos hábitos o rutinas queremos introducir, necesitamos identificar que paso es el primero que vamos a dar para ello. Y hacerlo.
Ya tenemos ese primer paso identificado, y será una tarea sencilla y asumible, no debe suponer un gran esfuerzo, ni tiempo, llevarlo a cabo.
Si queremos aprender a tocar la guitarra podemos ir a una tienda de música, comprar la guitarra, conseguir un manual, apuntarnos a clase y empezar a practicar.
Si tratamos de hacer esto en pocos días, puede que nos veamos desbordados y desistamos en esta afición.
Por contra, si empezamos por identificar que guitarra queremos comprar, ya habremos dado un paso hacia convertirnos en un gran guitarrista.
O bien, si queremos convertirnos en corredor de carreras amateur, no pretendas correr un maratón el primer día. Empieza por entrenar hoy cinco minutos por un parque.
La clave es encontrar un estímulo sencillo que no suponga, apenas, esfuerzo.
El método Kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzarte cada día un poco más, llegar cada día un poco más lejos, pero sin presionarte demasiado»
¿Por qué todo el mundo debería asumir el método Kaizen?
Las razones por las que todo el mundo debería asumir el método Kaizen en sus vidas son las siguientes:
1. Es difícil conseguir algo si supone un gran esfuerzo.
Cuando nuestra meta es lejana y supone gran consumo de energía y esfuerzo nos sentimos superados por la situación. El miedo al cambio es abrumador. Pero el Kaizen simplifica todo y lo hace más alcanzable. Es un paso a paso constante.
2. No hay remedios milagrosos para conseguir tus metas. Solo pequeños pasos constantes.
No vamos a encontrar el remedio milagroso para alcanzar nuestros propósitos. La búsqueda de esa fórmula mágica te aleja de tu objetivo. Crees que, simplemente, por buscarla ya estas caminando hacia el éxito. Pero lo que hace es apartarte de las pequeñas acciones que te encaminan hacia tu objetivo.
Uno de los fundamentos del Kaizen es que no existen fórmulas mágicas para lograr tus objetivos de un día para otro. El cambio solo se alcanza por medio de pequeñas y continuadas mejoras.
3. Ser constante es no dejar de fijarse objetivos.
Cuando asumimos ciertos cambios y logramos el éxito en ellos podemos caer en la autocomplacencia. Esto es, pensar que ya hemos alcanzado nuestra meta y relajarnos. Cuando buscamos crecer y desarrollarnos personalmente, podemos cometer el error que implique pensar que ya no podemos seguir avanzando.
Y no hace falta que te diga que siempre podemos seguir creciendo. Si lo olvidamos, podemos estancarnos, bloquearnos o, incluso retroceder.
Recuerda que el Kaizen no es un método de una sola aplicación. Es un proceso de mejora continuo. Lo que supone que debemos evitar relajarnos para seguir logrando resultados satisfactorios
El éxito no es tuyo, es alquilado. Y su renta se paga a diario”
Rory Vaden
El método Kaizen: un estilo de vida optimista
Este estilo de vida supone una forma de comprensión del mundo mucho más sencilla de lo que estamos acostumbrados.
Es decir, las personas solemos saturarnos ante los cambios. Podemos identificar una meta deseable para nosotros. Pero, o no sabemos cómo afrontarla o tenemos miedo a hacerlo. Sin embargo, mediante el método Kaizen perdemos el temor a dar ese primer paso.
Nuestro objetivo no implica, ahora, una tarea titánica. Sino la suma de pequeñas y sencillas tareas. Que además tienen un objetivo deseable.
Además, este sistema pone mayor claridad. Si reconoces los pasos a seguir, puedes organizar mejor como estructurarlos y llevarlos a cabo. Evita que nos bloqueemos y caigamos en el auto sabotaje.
De esta forma, es mucho más difícil que abandonemos nuestro propósitos de transformación. Nuestra mente es como un programa instalado que nos aleja de aquellas tareas o hábitos a los que no estamos acostumbrados.
Nuestra mente busca la comodidad y la seguridad de aquello que conocemos.
Pero, si asumimos el método Kaizen en nuestra vida, podemos emprender grandes metas sin agobios. Es una herramienta muy beneficiosa para la claridad mental y para poner foco en las pequeñas acciones que necesitamos para seguir adelante.
Por tanto, te animamos a que te fijes un objetivo y definas aquellos pequeños pasos para iniciar esa transformación que sabes que necesitas. Define que pasos debes dar para alcanzarla. Hoy mismo puedes dar el primer paso. Habrás empezado a caminar hacia tu éxito personal.
«Cuando mejoras un poco cada día, eventualmente grandes cosas ocurren.
No mañana, y tampoco al siguiente, pero con el tiempo alcanzarás una gran victoria. No busques una mejora rápida ni grande. Busca pequeñas victorias un día a la vez.
Esta es la única manera cómo sucede y cuando ocurre, durará”
John Wooden
