comunicación con mascarilla

Comunicación con mascarilla: cómo comunicarte en tiempos de «pandemia»

Cómo comunicarte con mascarilla es una circunstancia a la que nos debemos acostumbrar, ¿o no? Porque la importancia de la comunicación no verbal es incuestionable en nuestra relación con los otros. Si lo piensas, cuando te comunicas toda tu cara recibe estímulos del cerebro y nuestro rostro y cuerpo sirve para expresar, comunicarnos y conectar con los demás”.

Un proverbio árabe afirma que “quien no comprenda una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación”.

Lo importante en la comunicación es la intención y con la mascarilla se pierde. Piensa que cuando detectamos la expresión facial, antes del uso de las mascarillas, hacíamos un barrido facial de todo el rostro y nos transmitía el conjunto: especialmente ojos y boca que iban en consonancia y se «apoyaban» entre sí.

Comunicación con mascarilla: ¿la mitad de la comunicación?

Ahora nos falta la mitad de expresividad facial (la boca está cubierta) y eso dificulta interpretar el mensaje de la mirada. La parte inferior de la cara se ha quedado «muda». Entonces, ¿cómo comunicar y hablar con mascarilla?

Cuando te comunicas de la forma habitual, sin mascarilla, te entiendes sin problemas con una mirada o un gesto, simplemente. Pero la mascarilla oculta tres cuartas partes del rostro. El problema es que si consolidamos el uso de mascarillas en el tiempo, deberemos modificar y adaptar ciertos códigos de la comunicación, los que ya teníamos establecidos como convenciones y crear unos nuevos… ¿pero serán tan eficaces?

como hablar con mascarillaTenemos que recordar que, cuando nos encontramos con dificultades para entender una información que nos resulta confusa, recurrimos a la interpretación que nos proporcionan los gestos faciales para acabar de captar el mensaje, su intencionalidad y las emociones que nos transmite la otra persona.

De hecho, numerosos estudios apuntan a que hay emociones que expresamos con la parte superior de la cara. Estas son la tristeza o el miedo. Sin embargo, otras que están más vinculadas a la parte inferior, como la felicidad o el asco.

Comunicación no verbal con mascarilla

La importancia de la comunicación no verbal es crucial en nuestro buen entendimiento.

La comunicación no verbal nos sirve para comprender las intenciones. La comunicación oral expresa los mensajes literalmente, pero la no verbal alude a una intención. Lo importante en la comunicación es la intención, y en cierta manera con la mascarilla se pierde parte de este mensaje.

La importancia de los ojos: tu mirada comunica

Pese al uso de la mascarilla podemos averiguar lo que nos tratan de decir mediante la parte visible de la cara: los ojos y las cejas. Porque además, estos son la parte más importante de la comunicación no verbal. Pero si el resto de cara, cuyos músculos y expresiones quedan ocultos y también son significativos.

Con las mascarillas, tu expresión facial está limitada solo a tus ojos. El problema es que hay gente que expresa mucho con los ojos y otras personas que expresan más con la sonrisa.

La mirada determina el interés y es la expresión de las emociones de tu interlocutor. Si alguien no te mira cuando hablas denota que no le interesa lo que le dices.

Comunicarte con mascarilla: ocultando la sonrisa

Sin duda alguna, la imposición de la mascarilla afecta a uno de los mayores potenciales comunicativos con los que contamos es la de la sonrisa. Como sabes, la sonrisa es crucial para generar sintonía y armonía en la comunicación. Aporta confianza y acerca a las personas. Incluso transmite credibilidad.

Los estudios de comunicación facial hablan de la existencia de 19 tipos de sonrisa. Y de ellas, solo seis corresponden a transmisión de alegría o felicidad.

La mascarilla no se usa en todos los ámbitos y esas limitaciones no afectan a todos los contextos… por suerte.

La comunicación por contacto: comunicación sinestésica

cómo hablar con mascarillaOtra de las consecuencias de una situación como la que se vive por la crisis sanitaria, cómo afectan las nuevas normas sanitarias a la comunicación, es con el contacto entre personas: tocar la mano, el hombro del otro, etc.

En este sentido, si estás habituado a este tipo de comunicación, las nuevas «normas» también suponen una restricción importante a este tipo de comunicadores sinestésicos.

La voz con mascarilla

La mascarilla interfiere en nuestra voz y la transforma en cierta medida. De hecho afecta al tono de la voz y puede enmascarar ciertos tonos y su intencionalidad. Por ejemplo, la distorsión que produce la mascarilla en nuestro tono de voz puede confundir el contexto del mensaje.

Tal vez hayas visto que existen mascarillas con una zona transparente a la altura de la boca para las personas sordas, porque necesitan la lectura de los labios para saber qué decimos. Sin embargo, las personas no sordas también se apoyan, de forma inconsciente, en la lectura de los labios para de comprender mensajes atenuados por ruidos, por ejemplo.

La mascarilla transforma la voz, su proyección, y se pierden cosas como el tono que también dan mucha información. Imagina como debes adaptar tu comunicación en tu trabajo… Es todo un reto!!!

La mascarilla afecta a la comunicación

¿Cómo comunicar y hablar con mascarilla? Está claro que la comprensión de los mensajes del otro se verán afectados. No solo por el lenguaje no verbal, sino también para el mensaje oral. Debemos esforzarnos en vocalizar con más detalle e incluso aumentar el tono. Pero es algo realizable. Claro.

De hecho, el psicólogo Al Zayer, en un lúcido artículo recomienda que, si en estos tiempos ves que «la comunicación se te hace dificultosa, comunícate en exceso: usa más palabras de las que emplearías normalmente, pregunta más para asegurarte que entendiste el mensaje y las emociones del otro, potencia la utilización de tus otros sentidos y potencia tu lenguaje corporal«.

Molestias en la comunicación

Lo que también, seguramente has percibido es que las personas tienen una comunicación más incómoda y más rígida a la hora de comunicarse. En parte por que las relaciones sociales han cambiado durante la crisis sanitaria. En parte porque la mascarilla es, a todas luces, una molestia.

¿Por qué nos hace sentir incómodos la mascarilla?

Por supuesto porque culturalmente no estábamos acostumbrados a llevar mascarillas. Si lo hacían en ciertos países asiáticos, pero también es cierto que sus modos comunicativos son más fríos y distantes que los occidentales. Y mucho más respecto a los mediterráneos.

En occidente, las personas damos más importancia a la boca a la hora de comunicarnos, y en la sociedad oriental se emplean más los ojos. De ahí que nos cueste más acostumbrarnos en Europa, por ejemplo.

En algunos casos aporta sensación de ridículo. Pero los seres humanos somos muy adaptativos. Especialmente para sobrevivir.

Comunicar con mascarilla: usa los gestos

Por eso cobrará más importancia la gestualidad con las manos y el lenguaje corporal en general.

Hablar con mascarilla: potencia tu comunicación no verbal

La comunicación no verbal es inconsciente pero puedes trabajar en su dominio y control. Hay personas más expresivas y sensibles a la comunicación no verbal, a los mensajes faciales o gestuales. Tal vez, el uso de mascarillas nos haga desarrollar esta faceta comunicativa y potenciar la comunicación gestual, el lenguaje de las manos o la postura corporal para expresar.

como hablo con mascarillaTal vez sea una oportunidad de potenciar la comunicación no verbal.

De hecho, de forma inconsciente, juzgamos a los demás por sus movimientos corporales antes de que hablen.

Por eso, el lenguaje no verbal está lleno de gestos, posiciones y movimientos que hacemos de forma inconsciente, pero que dicen mucho en nuestra comunicación. Y sobre los que podemos trabajar. Por suerte.

La distancia social como parte de nuestra comunicación

La conocida recomendación de situarnos a 1,5 o 2 metros de distancia respecto a otras personas también dificulta la comunicación interpersonal. Y especialmente en nuestra sociedad: la cultura mediterránea y la latina en general incluye mucho el contacto: nos tocamos, nos abrazamos y besamos, estamos cerca unos de otros. 

Forma parte de una comunicación muy empática en la que nos sentimos cómodos. Esto supondrá otro cambio al que adaptarnos a la hora de comunicarnos.

En definitiva, tal vez nos costará mucho adaptarnos a la comunicación con mascarillas porque una parte de nuestro lenguaje no verbal la vamos a perder. Por eso cobra importancia desarrollar nuestra empatía y nuestra escucha activa.

Por todo ello, parece claro que, con el uso de mascarillas, perdemos habilidad comunicativa para interpretar las emociones de nuestros interlocutores, asociadas a la parte inferior de la cara. Puede producirse confusión o errores de interpretación: por ejemplo no poder distinguir entre asco, ira, sorpresa o miedo.