Que es la escucha activa

Escucha activa: cuando tu vida mejora por tus orejas

La escucha activa es la capacidad que tenemos los seres humanos de atender los mensajes de las demás personas con nuestra máxima atención. Es una cualidad que, en general no practicamos demasiado, lamentablemente.

Sin embargo, la escucha activa es una cualidad que podemos desarrollar con interés y práctica.
Es conveniente y beneficioso practicar la escucha activa para recibir los mensajes de los demás de forma activa y con una plena conciencia.

El problema es que, en muchas ocasiones, no practicamos esta escucha activa, sino que lo que hacemos es oír los mensajes de las otras personas. Pero sin una intención de comprender, profundamente, lo que tratan de decirnos.

La escucha activa es ponerse en el lugar del otro

escucha activaOír es fácil. Escuchar, de forma activa, no tanto.

Para practicar la escucha activa debemos fortalecer nuestras capacidades de empatía y también nuestras habilidades cognitivas y de comprensión.

Y esto es fundamental en nuestra socialización.

Ya sea en el entorno familiar, personal o laboral.

En cualquier circunstancia en la que nos rodeemos de otras personas, la comunicación efectiva es indispensable para la convivencia y el logro de nuestros objetivos.

Por eso, la escucha activa es tan importante en la comunicación. En gran parte de las ocasiones que nos comunicamos, estamos más pendientes de responder y nos sumergimos en nuestros pensamientos.

Si poner todos nuestros sentidos en el mensaje de la otra persona. Nos preocupamos más de lo que queremos decir, que de lo que nos dicen los demás. Y de ahí surgen malos entendidos, desacuerdos y conflictos.

Pero podemos solucionar todos estos problemas y desarrollar la escucha activa.

¿Que es la escucha activa?

La escucha activa es una parte indispensable de la comunicación. No es simplemente oír. Es poner toda nuestra atención y sentidos (no solo el auditivo) en el mensaje que otras personas quieren transmitirnos.

La escucha activa permite entender lo que la otra persona expresa verbalmente. Pero también sus motivaciones, creencias o interese. Y esto no solo viene de sus palabras.

También proviene de su expresión corporal, tono o gestos. Si nos fijamos en todos estos indicadores, percibiremos más allá de sus palabras. Comprenderemos sus ideas y pensamientos, más allá de sus mensajes verbales.

La importancia de la empatia en la escucha activa

En la escucha activa, la empatia es un ingrediente fundamental. Nos permite ponernos en el lugar del otro. Si conseguimos tener una atención empática, esto nos permite ser más asertivos, flexibles y tolerantes con las ideas, pensamientos y, en definitiva, mensajes de los demás.

Para ello, existen determinadas técnicas comunicativas como el feedback que le damos al comunicador.

En definitiva, la escucha activa es una habilidad comunicativa fundamental para entablar relaciones de calidad.

¿Por qué la gente agradece la escucha activa?

Existen varios motivos.

Por ejemplo, porque nos sentimos más arropados y valorados por personas que nos escuchan activamente cuando tenemos problemas o pasamos por un mal momento emocional. Buscamos comprensión.

Porque percibimos un interés real por parte de la otra persona que practica una escucha con interés. Así se genera confianza y empatia. Es otra de las características de la comunicación asertiva.

¿Cómo practicar la escucha activa?

Mediante una serie de prácticas o técnicas, podemos focalizar en el mensaje de las demás personas y practicar, de forma eficiente, la escucha activa.

Para empezar, existen claves para interpretar que existe una escucha activa por parte de los demás. Estas claves o señales se dividen en dos grupos: las señales verbales y las no verbales.

Estrategias verbales en la escucha activa.

Feedback

Dar feedback refuerza al emisor del mensaje. Son expresiones que emplea quien escucha para reafirmar que entiende el mensaje que transmite la otra parte.

Es una forma de reafirmar o validar los mensajes del otro. Son expresiones como “Entiendo lo que dices”, “Estoy de acuerdo” o “Lo has dejado claro”, reafirman el mensaje de la otra persona y son positivas en los procesos comunicativos.

escucha activaDigamos que son frases de refuerzo muy positivas.

Pero ojo, como cualquier estrategia en comunicación, no conviene abusar de ellas o se puede generar duda o confusión.

En el feedback también entra en juego nuestra posición corporal y nuestros gestos

Retroalimentar, toda escucha activa llevan implícita una comunicación corporal. Cuando escuchamos a otra persona, esta recibe nuestra predisposición a escucharle. Se genera confianza y cercanía.

Resumen en la escucha activa

Cuando nos transmiten un mensaje, una forma de asegurar a la otra persona (y a nosotras mismos) que lo hemos entendido, es resumir lo que nos acaban de decir. De esta manera, usamos nuestras propias palabras para mostrar que hemos recibido el mensaje.

Así dejamos clara la comprensión del mensaje y evitamos malos entendidos o confusiones posteriormente.

Parafrasear

Muy en la línea del resumen, la estrategia de parafrasear los mensajes de la otra persona también refuerza la comprensión. Es una forma de validar o verificar que entendemos el mensaje de la otra persona, pero usando nuestras propias palabras. Una forma de parafrasear habitual es: “¿Quieres decir que…?”.

Cuándo parafraseamos se producen una serie de beneficios en la comunicación. Uno de ellos es que la otra persona se sienta escuchada y entendida y que por tanto se sienta mejor.

Otro beneficio es que parafrasear nos permite mantener en la memoria el mensaje del otro, para poder gestionar de una manera más eficiente la información. También nos permite evitar errores y malentendidos y al mismo tiempo evita que pongamos a funcionar los bloqueos de la comunicación.

Algunos tipos de paráfrasis podrían ser: “lo que dice es que”, “lo que quieres decir es..”, “por lo que he entendido…”, “etc.

Preguntar y volver a preguntar

escucha activa: competencias comunicativasMucha gente evita preguntar para parecer más segura o no parecer tonta.

Y quizá el tonto es quien no pregunta.

Porque podemos tener miedo o vergüenza a preguntar para no parecer desinformados. Pero, seguramente, estarás desinformado si no preguntas.

Si preguntamos cuestiones relativas al mensaje que nos acaban de dar conseguimos mostrar que hemos estado atentos.

Pues somos capaces de hacer preguntas relevantes respecto al mensaje recibido. Y, al mismo tiempo, nos permite verificar o comprobar que la intencionalidad del mensaje del otro nos ha llegado de la forma que él pretendía.

En definitiva, preguntar a nuestro interlocutor supone comprender el mensaje de forma más específica y clara. También nos ayuda a comprender los pensamientos de otra persona.

Estrategias no verbales en la escucha activa

Cuando practicamos la escucha activa, desarrollamos las siguientes señales no verbales. Algunas de las más importantes son…

Postura corporal

La postura corporal es importante para mostrar una escucha activa y una atención plena. Transmite información no verbal a quien habla respecto a nuestra atención a su mensaje.

Cuando escuchamos de forma activa, nuestro lenguaje corporal lo transmite. Y lo hace con una posición corporal inclinada (ligeramente) hacia delante, hacia la persona que nos está hablando, cuando estamos de pie. Cuando estamos sentados, inclinamos el cuerpo hacia un lateral.

Contacto visual

En la escucha activa, el contacto visual es básico. Muestra la atención de la otra persona, siempre que esté prestando atención al mensaje del otro. Demuestra implicación, confianza y honestidad en su atención. Entre las señales no verbales de la escucha activa, el contacto visual es una de las imprescindibles.

Mirroring

escucha activaUna técnica propia de la PNL (programación neurolingüística) es la técnica del mnirroring o reflejo automático.

Se puede practicar sobre cualquier expresión o gesto de la persona que transmite su mensaje. Mediante gestos corporales, como la expresión de las manos.

O a través de otros gestos corporales o faciales. Implica imitar de una forma sutil y bienintencionada, los gestos y expresiones del hablante.

Es un mecanismo tan sutil, y debe aplicarse de forma honesta y espaciada de los gestos de la otra persona. De una forma subconsciente, estos gestos que imitamos hacen que la otra persona empatice con nosotros.

Así se genera una confianza mutua en situaciones comunicativas donde las emociones son importantes.

Sonrisa

Nuestra expresión facial también es un gran indicativo de nuestra atención y escucha activa. Así como el contacto visual lo es, la muestra de una ligera sonrisa denota receptividad y comprensión de la información que la otra persona está transmitiendo.

Supone que estamos recibiendo esa información con interés y buen grado. Al mismo tiempo, es una muestra de comprensión y empatía.

¿Qué no es escucha activa?

Igual que te he dado pautas sobre cómo practicar una escucha activa eficiente, ahora quiero concretar qué es lo que sabotea o impide que haya una escucha activa:

1. Algo muy habitual: las interrupciones muestran falta de respeto e, incluso, interés en lo que los otros tienen que decirnos.
2. Las distracciones en las conversaciones o procesos comunicativos. Se aprecian por el lenguaje corporal, la mirada o el tono que emplea la otra persona.
3. Los constantes juicios. Imponer ideas y ser inflexible denota una falta de escucha activa. Y por tanto de comprensión y empatia. Evita juzgar y tu vida será más relajada.
4. Las faltas de respeto en general. El tono agresivo, gritar o descalificar no son síntomas que se practica la escucha activa.
5. Preguntar e interrumpir para responder nosotros. Es habitual preguntar por un detalle personal (o profesional) a la otra persona y, casi sin dejar responder, dar nuestros detalles o puntos de vista. ¿Para que preguntas, entonces?

En definitiva, la escucha activa es un concepto que alude a una escucha desde la conciencia plena. Poniendo todo nuestros sentidos, foco e interés en los mensajes, ideas y pensamientos que la otra persona nos quiere transmitir.

Sin embargo, muchas veces nos dedicamos solo a nuestros pensamientos, ideas y sentimientos. Y no escuchamos activamente a las personas con las que nos comunicamos.

Por eso, en la escucha activa deben primar el respeto, la comprensión y la empatía. Ponerse en el lugar del otro. Como nos gustan que hagan con nosotras y nosotros mismos.