El coaching personal es una herramienta que bajo el paraguas de esa etiqueta propone una serie de herramientas prácticas, profundas y dinámicas para que las personas que sienten la necesidad de alcanzar estados de superación personal y laboral de la mano de un profesional, cualificado para estas terapias o sesiones, adaptadas a las necesidades de cada persona.
La psicología, esto es, el funcionamiento de nuestra mente, emociones y pensamientos es complejo y cambiante. La mayoría de las personas no está preparada ni formada para comprender el funcionamiento de nuestra mente.
Por eso, un coach es en definitiva una forma de etiquetar a esa persona cualificada profesionalmente para ayudar a desentrañar las razones por las que nos sentimos cómo nos sentimos y poner foco en soluciones prácticas.
La ayuda profesional de un coach permite que personas bloqueadas o atenazadas frente a situaciones complejas o que necesitan superar retos o miedos puedan hacerlo acompañadas y asesoradas por profesionales con experiencia y conocimientos para tal fin.
Coaching como herramienta de acompañamiento
Las personas son, de forma natural, dinámicas y cambiantes en su base. También son creativas y cuentan con recursos suficientes para gestionar sus emociones y su equilibrio personal. El coaching refuerza este empoderamiento personal, ofreciendo herramientas que le permitan reforzar esta faceta y acompañar, al máximo, el desarrollo personal de cada persona.
Para ello, el coaching cuenta con distintas técnicas que permiten impulsar a la acción y toma de decisiones o desbloqueos que cualquier persona puede sentir en un momento puntual de su vida.
Mediante servicios de coaching personal o profesional, las personas que acceden a estos profesionales pueden descubrir los medios necesarios y desarrollar herramientas y recursos propios que le ayuden a obtener ese equilibrio y bienestar emocional que, en ocasiones hemos perdido debido a las circunstancias personales de cada persona.
La ayuda del coaching: una mano externa que aporta soluciones
En ocasiones nos resulta difícil recurrir a determinados profesionales del coaching por temor o dudas a expandir nuestros problemas. Y ahí está e punto de partida erróneo.
La necesidad de recurrir a un servicio de coaching no parte de un problema: es simplemente una situación que no nos hace sentir cómodas o cómodos y debemos asumir que es una circunstancia personal de la que vamos a extraer un aprendizaje. Digamos que, cuando necesitas una ayuda profesional por parte de un coaching, no es un problema ni hay que buscar una responsabilidad o culpabilidad.
No siempre elegimos lo que nos sucede, ni mucho menos tenemos que sentirnos capacitados para resolver cada situación por nosotras mismas. A veces, una ayuda externa es muy terapéutica.
Ejemplos de coaching exitosos
Una vez decidido acceder a contar con los servicios de coaching profesional, necesitamos encontrar personas de confianza. Las referencias son un buen aval y las recomendaciones de profesionales del coaching por parte de gente de confianza nos supone una motivación extra.
Por ejemplo, un buen amigo buscaba un coaching profesional y por referencias llegó a la coach Sandra Ribote, de Barcelona, cuyas sesiones y resultados fueron de gran ayuda para él. Además, las sesiones de esta profesional del coach se desarrollan de forma presencial y online.
En este caso, como en muchos otros, se desarrollan sesiones muy personales y productivas basadas en la sinceridad y diálogos profundos que suponen un impacto para la persona que acude a estas sesiones.
En estos espacios de confianza se desarrollan diálogos y reflexiones basados en la experimentación y en la prueba-error hasta que se encuentran los caminos o pautas para que la persona pueda desentrañar el origen de sus bloqueos o desequilibrio y, por tanto, pueda actuar sobre ellos.
Las emociones afloran de una forma natural y se deja de temer a los errores. Aparece, entonces, un empoderamiento personal y emocional por parte de la persona que recurre a este servicio de coaching.
Razones para buscar un personal coach
El éxito del coaching personal se basa en la relación de confianza que se establece entre el cliente y el coach.
El coach ayuda, mediante técnicas y estrategias personalizadas a que el cliente acceda a descubrir los elementos que sabotean su vida. Le dota de herramientas para que sepa gestionar esos bloqueos y lo hace desde una perspectiva constructiva y autónoma.
Es necesario, además que se genere un ambiente cálido y de confianza. Que la persona que contrata al coach se siente libre y sincera para expresar, en un espacio seguro, sus emociones y necesidades.
Digamos que, en definitiva, entre coach y cliente se establece un lazo, un vínculo para afrontar, en equipo, una situación que se desea superar. Y de la que debemos aprender. Y que nos permite descubrir, en última instancia, quiénes somos. Y ahí se desencadena el origen de nuestro equilibrio, bienestar y felicidad.
