Encontrar trabajo o clientes para nuestro negocio o proyecto como emprendedores no es sencillo. Sin embargo contamos con una herramienta muy poderosa mediante nuestras habilidades comunicativas y nuestra capacidad expresiva.
Nuestras habilidades sociales y nuestras habilidades comunicativas pueden potenciar nuestra habilidad para encontrar trabajo de una forma adecuada. Solo debemos aprender ciertas técnicas y estrategias comunicativas para encontrar trabajo de una forma más sencilla.
Ya sé que existen métodos tradicionales que no vamos a descartar: cómo hacer tu currricúlum, como crear una vídeo-presentación, o como crear un mail o una carta de motivación son algunos de los procesos comunicativos a los que estamos acostumbrados.
Pero ello no significa que nuestra capacidad de comunicación para encontrar empleo sea la más adecuada. Podemos y debemos pulir ciertos aspectos que hagan nuestras candidaturas más atractivas e impactantes en los procesos de selección laboral, o hacia los potenciales clientes a los que nos dirigimos.
En tus trabajos seguramente te hayas encontrado con correos electrónicos bastante extensos y poco efectivos, presentaciones aburridas o informes demasiado densos.
Si alguna vez has participado en procesos de selección profesional, habrás comprobado como muchos curricúlums son bastante anodinos y sosos.
La clave es hacer algo rompedor, atractivo y que destaque frente al resto de «competidores» para conseguir un trabajo o que un posible cliente se interese por tus servicios.
Encontrar trabajo con tus habilidades de comunicación
Conseguir que tu capacidad de comunicación te destaque en procesos de selección de trabajo o a la hora de generar clientes es el factor diferencial para destacar en este tipo de selecciones.
Mejorar nuestra habilidad comunicativa y potenciar nuestras habilidades sociales no solo nos permite mejorar nuestras relaciones sociales. También es el impulso definitivo para que ofertas de trabajo y clientes se fijen en ti.
Porque la comunicación ayuda a encontrar trabajo y clientes
En cada proceso profesional, ya sea cuando formas parte de un equipo de trabajo, como cuando quieres optar a un proceso de selección laboral u ofreces tus servicios a un cliente, como emprendedor, debes tratar de rozar la excelencia en cada comunicación que efectúas.
Ya sea en una llamada telefónica, en un video de presentación, en una entrevista de trabajo.
Pero también en los documentos escritos que forman parte de los procesos de selección de un trabajo: tu curriculum, tu carta de motivación, tu porfolio, o cualquier e-mail que envías.
Es cierto que muchas personas tienen más facilidad para expresarse en cualquiera de estos procesos comunicativos.
Pero también lo es que podemos trabajar nuestras habilidades comunicativas y sociales para mejorar notablemente. Y, así aplicarlo en la búsqueda de clientes o trabajo.
Consejos para encontrar trabajo con tu capacidad comunicativa
Por eso, hoy quiero darte las claves que pueden ayudarte a encontrar trabajo y destacar entre tus futuros clientes con una serie de pautas y consejos que pueden hacer que tu comunicación mejore y sea más efectiva y productiva para conseguir un empleo, o que los clientes a los que te dirigen se fijen en ti y no en otra persona.
La escucha activa para encontrar trabajo
La capacidad para saber escuchar es una de las más difíciles de desarrollar porque vivimos en una sociedad en la que el ego prima sobre todas las cosas.
Eso hace que, en una conversación, o en cualquier proceso comunicativo, oigamos lo que nos dice nuestro interlocutor… Pero solo oigamos para responder, y jamás para comprender y empatizar. No nos esforzamos en tratar de comprender los mensajes de las personas que nos hablan.
Y esto sucede en todos los ámbitos. Tanto en una conversación cara a car, como por teléfono. Como en una secuencia de mails. Leemos con atención escasa, solo tratando de extraer aquella información que nos interesa.
No nos preocupamos de indagar en el tono o la intencionalidad del mensaje de la otra persona. Y eso es, obviamente, un error.
Por contra, tanto en una entrevista de trabajo, como en una video-conferencia o una llamada, debemos escuchar más que hablar. Tratar de comprender las motivaciones, intenciones e incluso emociones de la otra persona.
Ya sea el director de la empresa a la que te ofreces, como con un posible cliente o el responsable de recursos humanos, escúchalos. Trata de extraer las motivaciones, intenciones y objetivos de sus necesidades. De lo que realmente es importante para ellos. Qué necesitan y que esperan de su nuevo trabajador.
De esta manera, podrás crear un mensaje más adaptado a esas necesidades y las posibilidades de éxito en esa contratación aumentarán notablemente.
Muestra tu propuesta de valor
Siempre tenemos que lidiar con aspectos como la «titulitis», la formación, la experiencia profesional o, incluso, el síndrome del impostor.
Y son aspectos que nos frustran, que nos hacen sentir menos útiles. Y una merma en nuestra seguridad y confianza en los procesos de selección laboral.
Aquí te recomiendo que trabajes tu diálogo interno y pienses en todas las cosas que has aprendido en tu vida y en tu experiencia profesional. Y que focalices todo ello como una propuesta de valor de lo que puedes ofrecer a tu empresa o nuevo cliente.
Siempre hay algo en lo que vas a destacar, que te hace especial. No solo lo que haces, sino también como lo haces. Y lo que puedes aportar a tu equipo de trabajo, no solo a nivel profesional, sino también humano.
Aprovecha cada elemento comunicativo… Desde tu primer e-mail a la empresa o el cliente, hasta tu CV, el momento de la entrevista o cualquier llamada telefónica. Destaca, por todos estos canales, tus habilidades y cualidades más potentes.
No consiste en exagerar, mentir o ser demasiado soberbio. Consiste en plantear el potencial que tienes para desarrollar ciertas tareas y funciones que ese puesto reclama.
Pero sobre todo, lo más importante, no es hablar tanto de ti, de lo que sabes hacer sino del valor y el beneficio que vas a aportar a ese cliente o empresa. Es el factor diferenciador: incidir en la transformación positiva que tus capacidades profesionales van a implicar una mejora en ese puesto de trabajo.
Por eso, es de vital importancia, tener definido los beneficios y cómo puedes ayudar a tu nueva empresa o cliente. Y cuanto más prácticos y tangibles sean esos beneficios para quien te contrate mejor.
Genera un mensaje breve y conciso. Es lo que llamamos tu Pitch Elevator. Interiorízalo como algo sagrado en tu búsqueda de empleo y usalo siempre que tengas una oportunidad laboral.
Por ejemplo, «Soy Jose, soy profesional de la comunicación social y ayudo a personas y equipos de trabajo a mejorar sus habilidades sociales y comunicativas para que consigan mejorar su capacidad de expresión. Para ser más productivos, eficientes y exitosos en su trabajo y en su vida personal».
Este mensaje, dicho de viva voz, son 15 segundos del tiempo que alguien me ha dedicado. Puede que siga queriendo escucharme. O tal vez no. Pero en tan breve tiempo, ya puede conocer que puedo hacer por él.
Claridad y concisión para encontrar clientes
A las personas que nos encanta la comunicación como herramienta social, nos pasa que hablamos demasiado. En ocasiones perdemos el foco y la estructura del discurso por querer transmitir demasiadas ideas provechosas.
Y eso es un error que voy solventando y llevo tiempo trabajándome.
Por eso, desde mi experiencia, puedo decirte que la claridad y concisión en nuestros mensajes son las mejores aliadas para que alguien esté dispuesto a escucharnos… Y a contar con nuestros servicios profesionales.
Por eso, la importancia de tu presentación, tu pitch elevator, es tan importante. Pero esto debemos aplicarlo a cualquier proceso comunicativo profesional… Desde nuestro Curriculum Vitae, donde debemos sintetizar y adaptar a nuestra experiencia, en función del puesto al que optamos, hasta los mails de presentación.
En la redacción es importante la claridad de ideas, la estructura y la capacidad de síntesis.
- Usa frases cortas, claras y concisas. Pero que aporten valor.
- Usa listados como este…
- Estructura empezando por la idea más importante que quieres transmitir. Y deja las menos importantes para el final
- Usa la estructura planteamiento + nudo + desenlace. Es un clásico, pero hasta el arte del storytelling (tan de moda hoy en día) se basa en ello.
- Cuida el estilo de tu gramática y la ortografía.
- Se coherente entre los distintos documentos o conversaciones que mantienes… Usa un tono similar y reconocible. Es una etiqueta de tu imagen de marca como profesional.
La importancia del momento y lugar para comunicarnos al buscar trabajo
Cuando buscamos clientes o trabajo, tan importante son los mensajes que enviamos como el contexto en el que lo hacemos. Con esto quiero decir que debemos analizar cuando es el mejor momento para postularnos a un puesto de trabajo.
Por ejemplo, ¿Cuándo crees que tendrá más impacto un mail con nuestro CV en un departamento de recursos humanos? ¿El lunes a las 8:30 o a las 13:30?
Supongo que con esta pregunta comprendes a que me refiero.
Y no solo hablamos de hora. Hablamos de factores como la cuenta de correo que usas. La foto de perfil que asocias o incluso el tipo de fuente que usas en tus escritos.
Todo cuenta. Muchas veces de una forma casi inconsciente, el receptor de tus mensajes puede percibirte de una forma positiva o no.
Si facilitas las cosas en cada mensaje. Si eres oportuno, legible, sencillo, incluso amable… Todo cuenta.
Cada vez que lances un mensaje, una charla, o envíes un mail o un documento, que sea para decir algo realmente importante y que aporte valor.
No esta de más iniciar nuestras comunicaciones, tanto escritas como habladas, con un mensaje cálido y personal. De forma afectiva.
Y de la misma manera, podemos despedir nuestros escritos, nuestros mails o nuestra conversación telefónica o entrevista de trabajo.
Porque más allá del trabajo, somos personas. Y a todas y todos nos agrada que nos deseen una buena tarde cuando nos despedimos. ¿O a ti no?
El silencio también es comunicación efectiva para encontrar trabajo y clientes
Los silencios no son incómodos. Lo incomodo es el exceso de información. O acaparar los procesos comunicativos.
El silencio, bien empleado, es una poderosa herramienta de comunicación. Marca un tiempo muerto de reflexión, de espaciado, que resulta muy beneficioso para asumir, interiorizar y comprender los mensajes del otro.
Eso si. Debemos usarlo inteligentemente, si que parezca que tenemos excesivo desinterés (porque en realidad no lo tenemos).
Tu comunicación no verbal para encontrar empleo
Si lees mis artículos habitualmente, ya sabes la importancia que le doy a la comunicación no verbal. En este caso, esta comunicación corporal es valida para procesos comunicativos presenciales o video conferencias… Las charlas cara a car son las que nos permiten usar el lenguaje no verbal más a nuestro favor.
Así que deberás cuidar ciertos aspectos como…
- El contacto visual es muy significativo. Mira siempre a los ojos de tu interlocutor. Pero hazlo con naturalidad y como muestra de atención
- Tus gestos con las manos deben ser coherentes y acompañar a tu lenguaje verbal. Trata de acompañar cada emoción y expresión con tus manos. NO extralimites la gesticulación pues puede acabar siendo molesta. Y, trata de que tus manos estén siempre visibles para la persona con la que hablas.
- La posición corporal. Trata de relajar el cuerpo, estar erguido y no adoptar posiciones de rechazo o indiferencia como el cuerpo hacia atrás o los brazos cruzados.
- Tu expresión facial: al igual que las manos, los gestos de tu cara deben estar en sintonia con tus mensajes. El rostro refleja nuestras emociones de forma inconsciente, así que aprende a gestionar tus emociones. Y recuerda siempre el beneficio de comunicarte con una sonrisa.
- Tu tono de voz también tiene que estar en sintonia con tus mensajes. Vigilia este aspecto porque tu tono de voz puede determinar el ánimo, las emociones y lo qué transmites a tu interlocutor.
Encontrar trabajo con tu comunicación: Improvisaciones las justas
Soy un enamorado de la improvisación. Creo que dota de naturalidad a nuestros mensajes. Pero en el ámbito de la búsqueda de trabajo y clientes, creo que la improvisación no es el mejor recurso.
Si es cierto que debemos ser naturales y sinceros. Y que no es aconsejable memorizar todo nuestro CV o nuestra propuesta de valor. Lo ideal es tener tan interiorizados estos parámetros, que fluyan en nuestros discursos y escritos de una forma natural. Pero no a salto de mata o de forma demasiado improvisada.
Así que, como decía antes, ten preparado tus discursos, tu argumentario y tu propuesta de valor. Conoce tan bien los beneficios que aportas a las empresas o clientes, que este mensaje fluya con naturalidad.
Como quien canta su canción favorita de memoria, pero más que por memoria, porque la siente.
Comunicación asertiva para encontrar empleo
Ya sabes que la asertividad es la capacidad comunicativa para marcar los límites de nuestros derechos sin vulnerar los de las personas con las que hablamos. Y en esto me refiero también a herir sensibilidades o ser ofensivo.
La honestidad es la clave en este juego. Y supone saber caminar por esa delgada línea en la que exponemos nuestras ideas, de una forma sincera, pero sin ofender a la persona que nos escucha.
Al mismo tiempo, supone también la capacidad de marcar límites y defender nuestros derechos sin que esto suponga susceptibilidades ni malos rollos.
Por ejemplo, si hemos de decir a alguien que alguna acción suya no nos gusta, debemos usar la primera persona. Esto es decir que esa acción no nos hace sentir bien.
En definitiva, supone comunicar como nos sentimos pero dejando constancia que esa emoción o sentimiento es nuestro.
De esta manera, restamos sentimiento de culpabilidad en la otra persona, que estará más receptiva a modificar esa conducta, que si le acusamos directamente.
Esto también es aplicable a la hora de recibir critica o comentarios que no nos gustan. Al final el trabajo de cómo recibimos y gestionamos las emociones de lo que nos dicen los demás es nuestra responsabilidad.
Recuerda: la comunicación asertiva nos permite construir relaciones más sanas… no solo en la vida personal, sino también en nuestras relaciones profesionales.
La comunicación para encontrar trabajo: naturalidad simpatía y humor
Por suerte, el viejo paradigma laboral de relaciones rígidas, jerarquías y estructuras inflexibles en un equipo de trabajo, está cambiando.
Por suerte, empiezan a prevalecer ciertos indicadores de humanidad, flexibilidad. Igualdad y respeto entre las distintas partes de una cadena profesional. Desde el director o jefe al más reciente de los empleados.
Eso es bueno, y aunque creo que no hemos alcanzado el estado ideal en las relaciones dentro de un equipo de trabajo, creo que si hemos avanzado bastante en este aspecto,
Por eso creo que la simpatía, la naturalidad y la amabilidad son valores muy positivos y demandados en el nuevo paradigma profesional.
Y, especialmente el humor. Esto nos significa estar contando chistes todo el rato. Pero si supone que, en determinados momentos, un chascarrillo, una broma adecuada o un comentario simpático siempre es bien recibido por cualquier compañero o jefe en tu trabajo.
Al final es una cuestión de actitud: puedes transmitir positividad, no transmitir nada o transmitir mal rollo… ¿Con cual te quedas? O mejor dicho, ¿que tipo de empleado, socio o compañero de trabajo prefieres? ¿Y cuál quieres ser tú?
Como decía antes, primero somos personas… luego trabajadores. Y las personas buscan estar felices, a gusto y de buen humor.
El hecho de acudir a una entrevista de trabajo con una escoba en el culo estaba bien hace años. Pero la verdad… pensar en tener un compañero de trabajo, un socio o jefe soso, rancio y malhumorado no creo que sea motivador para nadie.
Salvo por los que están en esa onda de mal rollo. En ese caso, huye de ese trabajo. A la larga te provocará más sinsabores que alegrías.
Por último, cada palabra, cada mensaje, ya sea escrito o verbal, se recibe mejor con una sonrisa.
Ponlo en práctica y me cuentas…
Respeto y sinceridad en la búsqueda de trabajo
En realidad, estas dos virtudes no son solo básicas para buscar trabajo, sino en cualquier ámbito de la vida.
A la hora de buscar trabajo, debemos buscar el respeto mutuo. Ya sea con tu jefe, tus socios, tus clientes… El respeto es la piedra angular de cualquier relación profesional. Y no debe ser unidireccional. Esto implica que no solo debes respetar tu, sino que debes exigir respeto.
Ninguna relación, por más jerarquías que hay, debe suponer una falta de respeto. Y esto no es solo usar palabras desagradables, sino el tono que usamos con los demás, como el que usan con nosotras y nosotros. Recuérdalo. Da y exige respeto en cualquier relación profesional.
Hagas bien o mal las cosas en tu trabajo, la educación y la humildad deben presidir cualquier relación profesional o búsqueda de trabajo.
Y, de la misma manera, la sinceridad es fundamental.
En la búsqueda de trabajo, si se te pregunta sobre cierta tarea que no sabes hacer se honesto y coméntalo. Pero desde la misma honestidad (si es que es así) garantiza que eres una persona flexible y adaptada a aprender rápido y de forma eficaz.
Al final, tu posible cliente o jefe agradecerá antes esa sinceridad que una mentira que, finalmente, será destapada, lo que te dejaría en mal lugar.
Por tanto no mientas ni exageres. Se sincero con tus limitaciones pero potencia, también honestamente tus virtudes para aprender o adaptarte a las necesidades y tareas de tu futuro cliente o empresa.
Encontrar trabajo gracias a tu comunicación: tus habilidades sociales marcan la diferencia
En definitiva… con estos consejos prácticos he pretendido marcar unas pautas, en líneas generales, sobre como determinados aspectos de nuestra comunicación pueden ayudarnos a ser más profesionales pero también mejores compañeros y empleados.
La comunicación marca la diferencia. Y en la búsqueda de trabajo y clientes, tus habilidades sociales y comunicativas pueden ser más importante que todos los títulos o experiencia con la que puedas contar….
Por tanto, tus habilidades sociales son la clave para acceder a nuevas oportunidades profesionales. Trabaja sobre ellas como un conocimiento más.
Tanto o más importante que los conocimientos técnicos, lo que nos define como trabajadores es lo bien o mal que somos capaces de relacionarnos. Y lo bueno de todo es que, podemos ejercitar y mejorar estas habilidades comunicativas.
¿Vamos a ello?