Las discusiones familiares en las fiestas navideñas son algo más habitual de lo que nos gustaría. Es típico que la mezcla de primos, cuñados, suegros y yernos acabe de mala manera durante las comidas y cenas de navidad.
La razón es bien sencilla: la tradición dice que durante estos días se tiene que juntar la familia. Y no siempre las relaciones personales de los familiares son buenas. Así que, para tener la fiesta en paz, vamos a darte unos breves consejos para tener la fiesta en paz.
Cuando llegan los días de celebraciones navideñas surgen ciertos compromisos tradicionales: la cena de noche buena, la comida de navidad o el día de noche vieja. Y cómo manda la tradición, es momento para juntarnos con la familia.
Los anuncios de turrones y loterías idealizan esos momentos mágicos de reuniones familiares. Y es cierto que, para muchas personas son momentos de esperados reencuentros, abrazos y felicitaciones.
Pero nadie quiere reconocer que, en cualquier familia, no todas las relaciones son tan idílicas como parece. O cómo deberían ser.
Las discusiones familiares en navidad: un clásico anual
Las discusiones familiares son un clásico de navidad. Podemos achacarlo a que se bebe más alcohol de la cuenta. O que se pasan muchas horas juntos en la sobre mesa.
Pero la auténtica razón de las discusiones familiares durante la navidad es la hipocresía que marca que la familia tiene que estar bien avenida.
Porque no siempre es así.
La razón fundamental es que, en muchas familias, solo se producen esas reuniones familiares en fechas navideñas.
No existe contacto durante el resto de año porque no hay buenas relaciones. Aunque no se reconozca o sea un tema tabú.
La familia es una imposición social. Mucha gente reconoce estar más a gusto con amigos y personas externas que con su propia familia. Así que el hecho de tener que compartir mesa y tiempo con personas con las que no te sientes cómodo puede acabar en fuertes discusiones.
Las discusiones familiares en navidad: todo vale para encender la mecha
Así que el verdadero cóctel no es el que nos tomamos para brindar por la navidad. Los ingredientes del cóctel son los propios familiares. Personas con situaciones distintas, realidades distintas y opiniones sociales y políticas enfrentadas.
La misma sociedad genera patrones de opiniones en cuanto a política, cuestiones sociales o, incluso, deporte. Y cada una y uno de los miembros familiares puede tener una visión totalmente diferente de su primo, cuñada o suegro.
En realidad, estos debates familiares no deberían ser malos por si mismo. Lo que sucede es que en estas charlas familiares se dan varios condicionantes que desencadenas discusiones subidas de tono que pueden romper la armonía que se espera en este tipo de reuniones.
Motivos para las discusiones familiares
- Querer imponer nuestro punto de vista para salir victoriosos. Esto se debe a una mala gestión de nuestro ego, que siempre quiere tener la razón.
- Malas relaciones producidas por asuntos personales que se extrapolan a discusiones que son, simplemente, la escusa para imponer nuestro criterio frente a la persona con la que tenemos conflicto
- Ideas políticas que se convierten en un conflicto que muchas veces se alimenta, de forma odiosa, por la propia sociedad en general y los medios de comunicación en particular
- Tratar de sabotear la reunión familiar con la única intención de herir a otra persona. Es habitual entre parejas cuando existe crisis en la relación y se acude a comer o cenar a casa de la familia política.
- Y, en realidad, cualquier motivo relativo a las infinitas realidades de cualquier familia. Somos tan cabezones y complejos..
Consejos para evitar las discusiones familiares
Te vamos a dar varios consejos para evitar las discusiones familiares, que para eso has llegado hasta este artículo. Y espero que los puedas poner en práctica y tener una fiesta divertida, armoniosa y donde se produzcan esas escenas típicas de anuncio navideño (esto es broma). Pero si, la intención es que con estos consejos para evitar las discusiones familiares, puedas tener la fiesta en paz.
1. Evita los temas conflictivos o espinosos que sabes que pueden desembocar en opiniones muy enfrentadas y ser origen de conflicto en la familia.
2. Si no puedes evitar estos temas, trata de dejar claro que el debate no tiene porque convencer a nadie. Cada uno expone sus ideas y punto. Cuanto más trates de convencer a la otra persona, más distante será su postura. El ego de las personas nos hacen reforzar nuestra opinión para sentir que tenemos razón.
Repito: no vas a conseguir cambiar la opinión de tu cuñado o suegra para que vote a tu partido o para que se haga independentista o todo lo contrario.
3. Se empático. Es difícil, pero trata, por un momento, de ponerte en la piel de la otra persona. Aunque no compartas para nada su opinión, piensa que si tiene esas ideas o creencias, es porque su vida y sus experiencias le han hecho pensar así. Igual que tu experiencia vital te hace tener unos valores y creencias. Ni la tuya ni la suya es mejor o peor, correcta o incorrecta. Es la que es y punto.
4. Buscar temas divertidos y familiares. Recuerdos que compartís de momentos en familia en los que las risas estuvieron presentes o temas banales de situaciones divertidas o que no admiten punto de vista.
5. Cuando habléis de un tema delicado, aunque te cueste trata de escuchar para comprender lo que dice y tratar de entender porque piensa así. Escucha para comprender y no solo para responder. La escucha activa es un mecanismo de comunicación muy importante para generar una comunicación efectiva, sin roces no conflicto.
6. Respeta el turno de palabra y no interrumpas a los familiares o amigos cuando hablen.
7. El tono de nuestra conversación también es muy importante. No por hablar más alto vas a tener más razón. Cuando se eleva el tono, el ritmo cardíaco se acelera y nos suben las pulsaciones. Esto facilita que la conversación familiar pueda acabar de una forma «violenta» verbalmente.
8. No juzgues a ningún familiar. Puede que esa persona tenga una opinión muy diferente a la tuya.
Pero, por ejemplo, en una discusión familiar sobre política no es lo mismo decir «esa idea no creo que fuese buena para nuestro país por esto o por lo otro» que calificar y juzgar a la otra persona y decir que si es «fascista», «comunista» o «perro-flauta».
Cuando empezamos a juzgar y calificar a los otros es cuando se inicia el conflicto, pues la persona se siente «atacada» y juzgada en un plano personal.
Recuerda, valora o califica las ideas de los otros, pero no hagas juicios personales. Y menos descalificaciones o insultos. Que se mantenga el respeto.
9. Tratar de mediar en la discusión o el conflicto entre dos familiares también es conveniente. La mediación puede dar argumentos sobre lo absurdo de ese debate con ideas como las siguientes:
- ¿Realmente creéis que os vais a convencer el uno al otro? Pues cada uno con sus ideas y a otra cosa mariposa.
- ¿Este tono y forma de hablar consideráis que es adecuado delante de niños? ¿qué ejemplo estamos dando a los más pequeños sobre como hablar de temas de forma educada y civilizada?
- ¿Hay algo en lo que estéis de acuerdo? Porque podríais probar a probar esa sensación de compartir alguna idea…
- En realidad, si no os soportáis no hace falta que habléis. Hay más personas con las que conversar.
- Esta discusión familiar no lleva a nada. Solo a hacer que nos sintamos incómodos, tensos y estresados. Que es algo que no beneficia a nadie y de lo que no vamos a disfrutar. Cambiemos la dinámica, por favor.
10. Si nada de esto crees que va a funcionar, lo mejor es llevar un karaoke, hacer una ronda de chistes, poner vuestra serie o película favorita. O directamente, no quedar con esas personas. Al final, la navidad nos exige reunirnos con personas con las que no tenemos nada que ver. Y nosotras y nosotros somos más listos que la navidad. ¿O no?
Evitar las discusiones familiares está en tu mano
Espero que con estos consejos podáis tener unas reuniones navideñas más relajadas y divertidas. Que logremos evitar las discusiones familiares y acabemos bien el año. Tengamos la fiesta en paz. Que al fin y al cabo se supone que son días para disfrutar.
Te invito a que compartas este post si crees que puede ser beneficioso para evitar riñas, tensiones y conflictos familiares en las reuniones navideñas. Incluso puedes enviarlo por wassap a las personas de tu familia con las que te reunirás estos días. A ver si el mensaje «llega» a todos y tenemos una Feliz Navidad. De verdad.
Hola Jose
Hay una frase mágica si quieres evitar una discusión: ‘Tomo nota’
También es verdad que hay que saber decirla para que no se tome como una provocación.
Un abrazo
Pues Jerby… «Tomo nota» yo también, jejeje. Gracias por el consejo. Sencillo, pero pinta efectivo. A veces no hay que complicarse tanto la vida! Un saludo!